Desde hace ya varios años el nombre de Byung-Chul Han es sinónimo de la filosofía contemporánea. Gracias a sus libros, en los que realiza un análisis minucioso del mundo en el que vivimos y de los males que afectan a nuestra sociedad, se ha convertido en una de las figuras intelectuales más conocidas y citadas, ya sea para elogiarlo o criticarlo. Sus libros invitan a reflexionar, a mirar a nuestra sociedad con una mirada crítica y a actuar para mejorarla.
Hoy os traemos 5 conceptos clave en el pensamiento de este filósofo, que ayudarán al lector primerizo, o al más experimentado, a leer o releer los libros de Han con una visión general de su filosofía.
Muerte
Para Byung-Chul Han la muerte no es más que una compañera inexorable de la vida. La cultura occidental nos enseña a rechazar la muerte, a evitarla, esconderla, y olvidarla. Pero por mucho que corramos, la muerte siempre nos alcanza. Han propone ver el final de la vida como «un punto cero de la vida, donde esta comienza». La muerte no deja de ser una paradoja, ya que sin muerte no habría vida.
Han descubre la muerte como creadora de espacios habitables para la existencia mortal del ser humano. Muestra otra manera de «ser para la muerte» en un modo de tomar conciencia de la mortalidad que conduce a la serenidad. De esta manera, se tematiza una experiencia de la finitud con la que se aguza una sensibilidad especial para lo que no es el yo, para los otros: la afabilidad.
«Estamos demasiado vivos para morir y demasiado muertos para vivir.» Byung-Chul Han
Neoliberalismo
El neoliberalismo es una teoría político-económica que defiende reducir al mínimo la intervención del estado y fomentar el sistema capitalista como único camino hacia el avance tecnológico y la prosperidad económica. Propone la privatización de los servicios públicos, anular los impuestos y el libre mercado. El resultado es un Estado de bienestar reducido donde se prima al individuo antes que a la comunidad.
Para Han la proclamación neoliberal de la libertad se manifiesta en realidad como un imperativo paradójico: sé libre. Domina una economía de la supervivencia en la que cada uno es su propio empresario. El neoliberalismo, con sus desinhibidos impulsos narcisistas del yo y del rendimiento, es el infierno de lo igual, una sociedad del cansancio y la depresión compuesta por sujetos aislados.
Psicopolítica
La psicopolítica es, según Han, aquel sistema de dominación que, en lugar de emplear el poder opresor, utiliza un poder seductor, inteligente, que consigue que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación.
En este sistema, el sujeto sometido no es consciente de su sometimiento. La eficacia del psicopoder radica en que el individuo se cree libre, cuando en realidad es el sistema el que está explotando su libertad. Esta técnica de poder hace uso de los datos que la sociedad entrega libremente para pronósticos sobre el comportamiento de las personas y condicionarlas a un nivel prerreflexivo. La expresión libre y la hipercomunicación que se difunden por la red se convierten en control y vigilancia totales, conduciendo a una auténtica crisis de la libertad.
Dolor
La sociedad actual siente un profundo rechazo hacia el sufrimiento. Vivimos bajo el imperativo neoliberal de sé feliz, lo que nos obliga a ocultar nuestro dolor y el de la sociedad y vivir anestesiados. Una ausencia de conflicto crea una democracia paliativa, intolerante al dolor, e incapaz de empatizar con el dolor del otro. El único propósito aceptable del dolor hoy en día es como motor de cambio, se utilizan las experiencias traumáticas como catalizadoras para incrementar el rendimiento. De esta manera se crea una sociedad con una altísima exigencia de rendimiento, que se autoexplota hasta el límite y no es capaz de conciliarse con el sufrimiento.
Las sociedades premodernas tenían una relación muy íntima con el dolor y la muerte, que enfrentaban con dignidad y resignación. Sin embargo, en la actualidad, la positividad de la felicidad desbanca a la negatividad del dolor, y se extiende al ámbito social. Al expulsar de la vida pública los conflictos y las controversias, que podrían provocar dolorosas confrontaciones, se instaura una posdemocracia, que es en el fondo una sociedad paliativa.
«Aumenta la presión para acatar acuerdos y para establecer consensos. La política se acomoda en una zona paliativa y pierde toda vitalidad. La política paliativa no es capaz de tener visiones ni de llevar a cabo reformas profundas que pudieran ser dolorosas. Prefiere echar mano de analgésicos que surten efectos provisionales y que no hacen más que tapar las disfunciones y los desajustes sistemáticos. La política paliativa no tiene el valor de enfrentarse al dolor.» Byung-Chul Han
Transparencia
Ningún otro lema domina hoy el discurso público tanto como la transparencia. Según Han, quien la refiere solamente a la corrupción y a la libertad de información, desconoce su envergadura. Esta se manifiesta cuando ha desaparecido la confianza y la sociedad apuesta por la vigilancia y el control. Se trata de una coacción sistémica, de un imperativo económico, no moral o biopolítico. Cuando las cosas se hacen transparentes se despojan de su singularidad. La sociedad de la transparencia es un infierno de lo igual.
Google y las redes sociales, que se presentan como espacios de libertad, se han convertido en un gran panóptico, donde el vigilante puede observar ocultamente a todos los prisioneros. La vigilancia no se realiza como ataque a la libertad. Más bien, cada uno se entrega voluntariamente, desnudándose y exponiéndose, a la mirada panóptica. El morador de la era digital es víctima y actor a la vez.
«En lugar de confesiones obtenidas con tortura , tiene lugar un desnudamiento voluntario. El smartphone sustituye a la cámara de tortura. El Big Brother tiene un aspecto amable. La eficiencia de su vigilancia reside en su amabilidad.» Byung-Chul Han
Byung-Chul Han se ha convertido en un referente imprescindible de la filosofía de nuestra actualidad. Combinando un profundo conocimiento de la historia del pensamiento con un meticuloso análisis crítico de la sociedad contemporánea, consigue presentar una visión esclarecedora de nuestra realidad y hacia dónde nos dirigimos. Sin duda es una lectura imprescindible.
Saludo cordial, buena síntesis de conceptos relevantes. Es comprensible que no haya espacio para más aquí, sin embargo, se echan de menos aquellos conceptos del escaso optimismo de BC Han, donde lo podemos leer reflexionando sobre la importancia de los rituales, los símbolos, lo otro (incluidas las cosas) como elementos culturales de anclaje que permitan detener el acelerado rumbo de la sociedad paliativa y transparente que diagnóstica.
Muy buen apunte, Luis. Es cierto que Han siempre acompaña sus reflexiones con un punto de optimismo. Es uno de los elementos característicos de los libros de este filósofo y nos apuntamos la idea para hablarla en algún próximo artículo. Un saludo!
Gracias por su respuesta
Tal cuál Luis, también pensaba en lo mismo. El buscar la transcendencia en aquello ritualista es también algo de lo relevante del pensamiento.