5 razones para leer a Massimo Recalcati

El destacado psicoanalista Massimo Recalcati sitúa en su nuevo libro, ¿Existe la relación sexual?, el famoso aforismo lacaniano a la vez que sitúa al psicoanálisis en los debates actuales sobre identidad de género y sexualidad.

1. Deja constancia sobre qué puede aportar el psicoanálisis a los debates actuales sobre identidad de género y sexualidad.

Para el psicoanálisis la configuración de la identidad sexual implica un componente fundamental de elección subjetiva: «no es nunca el sexo anatómico quien tiene la última palabra sobre la determinación de la identidad sexual de un sujeto sino la elección subjetiva que este realiza; elección que, si bien no puede prescindir ni de la anatomía ni de los condicionamientos culturales, resulta siempre irreductible a tales elementos» y es particular a cada individuo. Esta elección, a pesar de ser subjetiva, no necesariamente es consciente.

2. Destaca la función que el lenguaje tiene en la configuración de nuestro deseo, en tanto que «seres hablantes» (parlêtres).

Siguiendo las lecciones de Jaques Lacan, para Recalcati lo real, lo simbólico y lo imaginario se entrelazan, confunden y potencian en el sujeto en un organigrama tumultuoso y laberíntico.

Nuestro deseo no se configura verticalmente alrededor de un instinto natural, pues «la pulsión carece de ley». El mapa de nuestro deseo se configura a partir tanto de estímulos sensibles como de fantasmas, recuerdos, huellas, correlatos asimilados de forma diversa, en una red de objetos que interaccionan diacrónicamente y que conforman relaciones en ocasiones surrealistas.

El lenguaje toma constantemente parte activa en la asimilación epistemológica que el sujeto hace de los objetos sensibles que percibe y es, por lo tanto, un elemento fundamental en la configuración de nuestra pulsión sexual.

3. Desmonta la interpretación mecanicista que hacen de la sexualidad las teorías cognitivo-conductistas.

La sexología de carácter cognitivo-conductista «alimenta una concepción robótica del ser humano», en la cual no caben fantasmas inconscientes ni símbolos traídos a colación diacrónicamente. Según estas interpretaciones, las relaciones y consecuencias materiales que se establecen entre dos cuerpos se pueden explicar mediante relaciones de causalidad y, por lo tanto, los casos clínicos son resolubles mediante la gimnasia mecánica de determinados hábitos y conductas beneficiosas.

Para Recalcati, estas interpretaciones no dan cuenta del papel del inconsciente en el juego identitario de la sexualidad de uno y reducen la terapia a un mero «reforzamiento pedagógico».

4. Esclarece el famoso aforismo lacaniano según el cual «no existe la relación sexual».

Para Recalcati, quienes participan en la relación sexual son, en realidad, los fantasmas de cada uno de los individuos. Cada fantasma en cierto modo propone sus fantasías con el fin de autorrealizarlas a partir del cuerpo del otro –es decir, de uno a uno para uno–, de forma que el goce de uno y el del otro nunca salen de sí mismos ni, por lo tanto, se tocan esencialmente.

En este sentido lo que mueve el deseo es una pulsión narcisista –o, como diría Recalcati, «autista»– de autorrealizarse en lo real.

5. Ilustra a través de ejemplos clínicos el movimiento doble del deseo, su bidireccionalidad.

El deseo es tensión: «nos expone a este doble rostro de la relación: su indefectibilidad (no se puede no estar en una relación) y su imposibilidad (no se puede hacer que exista la relación)».

Nos encontramos en una constante tensión entre, por un lado, la indefectibilidad de la interacción material de nuestros cuerpos con otras personas y, por otro lado, la evidencia de que «ninguno de los dos goces podrá nunca compartir verdaderamente el del Otro». En una clase universitaria de Estética un profesor leía, comentaba y gesticulaba efusivamente la Analítica de lo sublime de Kant, haciendo énfasis en la naturaleza juganera de su estética. Sus manos se juntaban, se separaban y juntaban, pero nunca llegaban a tocarse.

¿Existe la relación sexual? Libro de Massimo Recalcati

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