El mundo del entretenimiento y la cultura pop tiene unos nuevos reyes. Fatima Bhutto nos los presenta en Los nuevos reyes del mundo: Bollywood, dizi y k-pop, un ensayo brillante sobre cultura popular, historia oriental y geopolítica contemporánea.
Una revolución en la geografía cultural
En 2021, El juego del calamar se convirtió en el fenómeno revelación de la industria cultural. Para sorpresa de todos, una serie surcoreana fue el contenido más visto de Netflix y el programa de mayor éxito en 94 países. Actualmente lleva cosechados 265 millones de espectadores. Las cifras del estreno reciente de la segunda temporada ya no han cogido desprevenido a nadie: más de 150 millones de espectadores y la tercera temporada más vista en la historia de Netflix (por el momento). El primer puesto lo ocupa su antecesora, la primera temporada de la serie.
De Corea del Sur también ha venido una de las grandes revoluciones musicales de las últimas décadas: el k-pop. En YouTube, las canciones de su principal exponente, el grupo BTS, acumulan miles y miles de millones de visitas. Hace años que su popularidad rebasó las fronteras coreanas para expandirse por todo el planeta.
¿Y qué decir de las series turcas? Llevan tiempo copando las franjas de más audiencia de canales de primer nivel, y una de ellas, Infiel, llegó a ser la serie más vista en España en 2022. Estos fenómenos comparten denominador: la geografía. Todos ellos provienen de lo que se conoce como el Sur Global. En Los nuevos reyes del mundo, Fatima Bhutto los estudia como un fenómeno conjunto que va mucho más allá de la anécdota y que haríamos muy mal en ignorar desde un sentimiento de superioridad occidental.
El lento declive de la hegemonía cultural estadounidense
Desde que existe eso que llamamos «cultura pop» o «cultura de masas», Estados Unidos ha sido su principal productor y su mayor exportador. Durante mucho tiempo, las películas, las series y la música estadounidenses han sido modelos a seguir en casi todas partes del mundo. Sin embargo, en los últimos años, su influencia está retrocediendo progresivamente.
La primera razón que Fatima Bhutto señala es la reducción de la presencia militar estadounidense. Porque sí, el ejército jugó un papel importante en la difusión de la cultura estadounidense; en concreto, sus bases navales repartidas por todo el mundo. Los soldados que las ocupaban exportaron la Coca-Cola, los jeans y el rock and roll, y actuar en ellas era el sueño de los artistas locales. Triunfando en las bases navales podían llegar a triunfar en Estados Unidos, y, por extensión, en cualquier sitio. Al reducirse, en las últimas décadas, la presencia internacional del ejército estadounidense, se ha reducido la difusión cultural que conllevaba.
La segunda razón que Bhutto nos da para entender la pérdida de influencia estadounidense es la degradación de su marca cultural. Si, para generaciones anteriores de los países del Sur Global, Estados Unidos era sinónimo de modernidad, progreso, bienestar, para las nuevas es el causante de distintos males globales. Ya no se ven interpelados por sus productos culturales y sí, en cambio, por los de sus propios países. Pero no solo ellos: también millones y millones de personas en todo el mundo.
Bollywood, series turcas y k-pop
A Bollywood le dedica Fatima Bhutto la primera parte de Los nuevos reyes del mundo. En realidad no es un fenómeno nuevo: la industria del cine india es casi tan antigua como cualquier otra. Lo novedoso es el crecimiento y la difusión que ha alcanzado en los últimos años. Algunas cifras:
- Cada día van al cine entre catorce y quince millones de indios.
- La India estrena cada año entre 1.500 y 2.000 películas, más que cualquier otro país del mundo.
- Si en 2012 Hollywood vendió menos de unos 1.500 millones de entradas, Bollywood superó los 2.500 millones.
- La tasa de crecimiento del cine indio es la más alta del mundo.
Bhutto recorre lúcidamente la historia del cine indio y traza un paralelismo con la historia del país, de modo que a través de una conocemos la otra. El mismo procedimiento lo aplica a las series turcas y al k-pop. Con su sagacidad para el análisis sociocultural, Bhutto nos hace comprender, desde múltiples ángulos, la complejidad de los fenómenos que nos presenta. Por eso, Los nuevos reyes del mundo no es solo un libro sobre cultura pop global, sino una radiografía valiosísima de la geopolítica contemporánea.
