Nacida en 1939, Rebeca Wild fue una pedagoga alemana conocida mundialmente por ser la fundadora del Centro Educativo Pestalozzi “Pesta”, una escuela de educación libre y respetuosa con los niños, así como la autora de libros como Libertad y límites, Educar para ser, Etapas del desarrollo o Aprender a vivir con niños, entre otros.
¿Quién fue Rebeca Wild?
Tras finalizar sus estudios en Filología germánica, pedagogía musical y pedagogía Montessori en Múnich, Nueva York y Puerto Rico, en 1961 Rebeca Wild se marchó a Ecuador y se casó con Mauricio Wild, con quien más tarde tendría dos hijos. Por aquel entonces Rebeca ya era fiel seguidora de las ideas pedagógicas de Maria Montessori y Johann H. Pestalozzi, y del psicólogo Jean Piaget, bajo cuyos principios educó a sus hijos.
La necesidad de crear una nueva escuela nació tras observar cómo los métodos empleados en la escuela afectaban a la autoconfianza, autonomía y ganas de aprender de sus hijos. Por eso, en 1977 Mauricio y Rebeca Wild fundan el Centro Educativo Pestalozzi “Pesta”, un proyecto educativo basado en el respeto de los ritmos individuales de aprendizaje, favoreciendo la diversidad y proporcionando dinámicas para la cohesión social. Un centro donde el profesorado y las familias consensuaban las mismas normas para que hubiera una estrecha relación entre lo que se hacía en la escuela y lo que se hacía en la convivencia familiar.
La necesidad de aprender con límites y con libertad
En una entrevista concedida por Rebeca Wild al periódico La Vanguardia, ella misma dijo:
“La base de la educación de los niños es la relación entre padres e hijos; aquéllos son los que les aportan la seguridad emocional para que cuando éstos sean adultos puedan desarrollarse seguros y felices”.
Wild explica en su libro Libertad y límites cómo poner límites a nuestros hijos según la etapa de su desarrollo: “Cuando los niños juegan se están haciendo a sí mismos. La libertad consiste en desarrollar el potencial que cada niño lleva dentro y no en adaptarse a una sociedad cuyas metas son otra”.
Libros de Rebeca Wild:
En su extensa obra, podemos encontrar títulos como:
1. Educar para ser. Vivencias de una escuela activa.
Fruto de un innovador proyecto educativo, vivido en el seno de la familia y de la comunidad, esta obra explica a padres y docentes cómo crear un ambiente en el que el niño permanezca lleno de curiosidad y crezca seguro de sí mismo y de su entorno. La «escuela activa» es una propuesta educativa en la que la actividad de los adultos es tan importante como la del niño: los primeros aprenden a respetar las estructuras mentales y emocionales propias de cada uno de los estadios del desarrollo infantil, mientras que el segundo aprende a respetarse a sí mismo y a los adultos. en lugar de un plan educativo fijo y obligatorio, se valora el cuidado sistemático de procesos de aprendizaje capaces de renovarse.
En esta nueva edición Rebeca Wild explica cómo, a pesar de muchos obstáculos, su decisión de seguir adelante con sus aspiraciones le ha abierto el campo para descubrir nuevas perspectivas de las leyes y regularidades de la vida. Los datos demuestran claramente que los resultados de las formas pedagógicas alternativas desarrolladas en el Centro Educativo Pestalozzi se mantienen años más tarde, durante los estudios superiores y la vida familiar y profesional.
2. Libertad y límites. Amor y respeto. Lo que los niños necesitan de nosotros.
“Cuando hablo por primera vez con alguien sobre el tema de una «educación libre», es lo más común que enseguida surjan objeciones más o menos apasionadas sobre la «necesidad de límites». Pero las preguntas sobre este tema tampoco disminuyen cuando los padres o cuidadores se aventuran a dar sus propios pasos hacia un trato respetuoso con los niños. Más bien al contrario: En sinnúmero de situaciones nuevas y en cada nueva etapa de desarrollo asoman también nuevas dudas e incertidumbres.
Para nosotros –adultos que a menudo hemos sido educados y restringidos por límites– no es fácil comprender que en realidad los límites pueden tener la función de definir un espacio en el cual se puede actuar con independencia y libertad y en el cual se pueda dar un verdadero desarrollo humano. Pero en la medida en que logramos hacer esta distinción, nos damos cuenta de que los límites no definen el ser del otro, sino –por el contrario– sirven para mantener el entorno relajado, de manera que todos –niños y adultos– se sientan cómodos en él, vivan nuevas experiencias gracias a la toma de decisiones personales y aprendan a diferenciar entre necesidades auténticas y sustitutivas”.
3. Etapas del desarrollo.
En esta obra, Rebeca Wild centra su análisis en los primeros 24 años de la vida humana, en los cuales la naturaleza tiene sus propias estrategias de crecimiento biológico, lo que implica que de acuerdo a un plan inherente en el potencial humano los individuos pueden crear los instrumentos necesarios que les permitirán vivir en este planeta con sentido, creando en sus cuerpos espacios amplios, dentro de los cuales su ser interno pueda seguir creciendo y proyectándose en el mundo exterior.
Si nos arriesgamos a buscar nuevas perspectivas que nos ayuden a descubrir el significado de las etapas de desarrollo en los diferentes niveles, poco a poco se nos hará más fácil diferenciar entre necesidades auténticas y sustitutos, tanto en nosotros como en los niños.
Esta nueva edición incluye un apéndice escrito en 2014 en el que Rebeca Wild quiso aclarar, a petición de una lectora y amiga, porqué había comparado en este libro la «tercera edad» con la «tercera infancia».
4. Aprender a vivir con niños. Ser para educar.
Ante los graves problemas que afectan al mundo, cada vez son más los individuos y los grupos que se aventuran a construir nuevas relaciones humanas no caracterizadas por estructuras de dominio, y nuevos entornos más propicios para llevar a la práctica este ideal. Esta obra da testimonio del sinnúmero de preguntas que surgen cuando, en la educación de los niños, se toma este camino diferente y cambia la perspectiva de los adultos. – ¿Nos fijamos con suficiente atención en cómo son los niños en realidad, o preferimos moldearlos según nuestras necesidades, nuestra apreciación del tiempo, nuestro ritmo de vida, nuestros ideales y frustraciones?
Entre aspirar a resolver todos los problemas del niño o renunciar a ofrecerle referentes y pautas, se encuentra el territorio donde se dan los auténticos procesos de desarrollo. Este libro es una invitación a ocupar este espacio revisando nuestras prácticas y actitudes y descubriendo que niños y adultos pueden crecer juntos. De interés para: Padres y educadores, maestros, animadores infantiles y juveniles, profesores y estudiantes de Ciencias de la Educación, bibliotecas públicas y escolares, responsables públicos y privados de la educación.