Martin Heidegger y Karl Jaspers: de la confraternidad al silencio

Martin Heidegger y Karl Jaspers fueron dos de los pensadores alemanes más influyentes del siglo XX. La publicación, por parte de Herder, de Correspondencia 1920-1963 representa el privilegio de ser testigo de la relación entre ambos, con todas sus luces y, sobre todo, todas sus sombras.

Unos inicios cordiales y cercanos

En 1920, las fechas de las que datan las primeras cartas conservadas, ambos ejercían como profesores de universidad, aunque en ciudades y con trayectorias distintas.

ver libro 22

Fue precisamente en casa de Edmund Husserl, padre de la fenomenología, donde ambos pensadores se conocieron. A partir de entonces, mantuvieron una relación epistolar de la que se conservan 155 cartas, las incluidas en Correspondencia 1920-1963.

En los primeros años, las cartas son cordiales, cercanas tanto en lo personal como en lo intelectual. Se preguntan por sus asuntos familiares, se envían los libros que cada cual publica, se leen con atención, se reseñan, se corrigen, se discuten (en el buen sentido). Pese a ser seis años menor, resulta claro el ascendente de Heidegger en materia filosófica. En cambio, para cuestiones más ordinarias, de orden, por ejemplo, laboral (aceptar o no una oferta de trabajo, qué dice el reglamento de la universidad sobre determinada asunto…), Heidegger no duda en consultar a Jaspers.

Los intereses de los aún jóvenes Martin Heidegger y Karl Jaspers son distintos, pero establecen una afinidad intelectual caracterizada por la determinación de pensar los problemas con paciencia y hasta sus últimas consecuencias. Esto es justamente lo que Heidegger echaba en falta entre sus colegas de Marburgo, y se lamentaba de no compartir universidad con Jaspers:

La brecha de los trece años

La irrupción del nazismo distanció a Martin Heidegger y a Karl Jaspers hasta el punto de que estuvieron trece años, desde 1936 hasta 1949, sin escribirse.

Jaspers demostró siempre su oposición a la ideología y al régimen nazis. Él no era judío, pero su mujer sí, lo que le hizo tener una jüdische Versippung, una «mancha judía». En 1937 fue depuesto de su empleo como profesor en Heidelberg, en 1938 se le prohibió publicar, y vivió varios años bajo la amenaza de terminar, él y su mujer, deportados a un campo de concentración. Afortunadamente, logró exiliarse a Suiza. Tras la guerra pudo reincorporarse a la docencia, y en los años siguientes recibió premios y honores importantes.

La relación de Martin Heidegger con el nazismo es evidente. En lo que los especialistas no se ponen de acuerdo es en el grado, la magnitud y la profundidad. Los hechos: Heidegger fue miembro del Partido nazi desde 1933 a 1944, y en el 1933 se le invistió rector de la Universidad de Friburgo, ocasión en la que pronunció un discurso de claros tintes nacionalsocialistas. Al terminar la guerra, se le prohibió la docencia, pero fue rehabilitado en 1951.

A partir de 1949, la correspondencia entre Martin Heidegger y Karl Jaspers se reanuda, aunque bajo una frialdad cordial. Se siguen mandando sus libros e intercambian pareceres, pero los años de silencio y todo lo que conllevan, sordamente, se dejan oír.

Las cartas no enviadas de Karl Jaspers a Martin Heidegger

Un atractivo singular de esta Correspondencia 1920-1963 es la inclusión de algunas cartas que Jaspers finalmente no envió a Heidegger. Para diferenciarlas del resto, la edición las transcribe en cursiva. Entre ellas se encuentra una de las más interesantes de toda la obra, la del 1 de marzo de 1948.

En ella, Jaspers reflexiona, con una amargura y un respeto conmovedores, sobre los años de silencio entre ambos, es decir, los años marcados por el nazismo y manchados por el vínculo de Heidegger con él. Jaspers no puede olvidar lo ocurrido, pero le ofrece ayuda para que publique sus libros y le tiende una mano de reconciliación. En cuanto a su afecto por Heidegger, Jaspers dice lo siguiente:

En definitiva, Correspondencia 1920-1963 nos permite acceder a la relación entre dos de los mayores pensadores alemanes del siglo XX. No se trata, sin embargo, de un diálogo apacible entre dos sabios apacibles, sino de un documento que trasluce extraordinariamente las convulsiones históricas, culturales y personales de su tiempo.

Comprar 24

Deja un comentario